Saturno tarda aproximadamente 29 años en recorrer el zodiaco, es decir, a los 29 años vuelve al mismo lugar que estaba cuando naciste, alcanzando el mismo grado, del mismo signo y casa que ocupa en tu carta natal. El primer retorno, a los 29 años, marca el paso de la infancia y la juventud a la edad adulta, coincide con la emancipación, el nacimiento del primer hijo, el establecimiento de la actividad que ya va a ser el modo de ganarse la vida, etc… En el segundo retorno, a los 58 años, Saturno nos invita a considerar el principio de realidad. A mirar nuestra vida con objetividad, sometiendo al juicio de la realidad nuestra trayectoria, deseos y manera de vivir.
Saturno nos remite a la consideración del tiempo: pasado, presente y futuro y a la vivencia de nuestro tiempo físico, o principio temporal, que viene a ser la toma de conciencia de la edad cronologica y su encaje en el conjunto de la vida. Nos lleva analizar, a sopesar, que es lo que somos de verdad, frente a lo que pensamos que somos. El cuerpo nos da los primeros signos de envejecimiento. Es el paso de la edad adulta a la veterania.
Este cambio nos pide moderación en nuestros hábitos, concreción, sentido práctico, cristalización. Ante el segundo retorno de Saturno, sentimos que el trabajo y la rutina diaria se vuelven más tangibles, apreciamos la necesidad de determinar prioridades, eliminando lo superfluo, lo innecesario.
Es tiempo de empezar a adelgazar, física y psicológicamente. Sentimos que importa menos lo que piensen los demás y tomamos conciencia de una vida más acorde a las propias reglas. En esta etapa, no aceptar los cambios, se puede vivir con incomodidad, malestar o con una sensación de inadecuación, de soportar límites que no nos agradan y una cierta rebeldía. Es tiempo también de darnos cuenta que tenemos algo que ofrecer al mundo, algo para dar a los otros. Hemos acumulado bienes materiales e inmateriales, somos más ricos y más sabios, si no lo fué antes, ahora sí, es momento de compartir.
En consecuencia, segundo retorno de Saturno, nos invita a plantearnos una etapa nueva que contiene el paso hacia la vejez. Las limitaciones físicas y cognitivas, de esta nueva etapa, pueden ser vividas desde la escasez y la negación, pero también desde la paz y la aceptación.
Saturno nos insta a preparar el devenir con dedicación, paso a paso, respetando los tiempos y a conciencia, en todas las áreas de nuestra vida y poniendo atención a las necesidades futuras. ¿Que quieres ser cuando seas mayor? ¿Que actividades ocuparan tu tiempo y energía? ¿Donde y con quien deseas vivir?
Feliz retorno de Saturno!