Júpiter expande. Saturno contrae.
Ambos planetas actúan a nivel social, es decir, en relación a nuestra intervención en el mundo, y al revés: desde el entorno a nuestras pequeñas vidas.
En la mitología Saturno es el padre de Júpiter y entre ambos se dan situaciones de confrontación y competición y también de colaboración.
Decimos que cuando Júpiter y Saturno estan cerca, en el cielo, colaboran, trabajan juntos. Cuando estan separados por 90 grados, es decir en cuadratura, tratan de ir cada uno por su lado, ya sea en la continuidad de lo que crearon o en la resolución de los objetivos comunes, aquellos que planearon cuando estuvieron juntos colaborando, en conjunción.
En 2020 estuvieron juntos en el cielo, en el mismo grado, trabajando al unísono: Júpiter amplificando los límites que imponía Saturno.
Y ambos, Júpiter y Saturno, subieron al escenario acompañados de Marte, Plutón y el Nodo Sur, escenificando un drama coral de consecuencias incalculables, aún hoy.
Esta energía máxima, de poder y acción, explica la universalidad, la potencia, la tozudez, la determinación, la aceptación acrítica y la exageración, con las que, en 2020, se produjeron los acontecimientos que todos conocemos.
A Júpiter y a Saturno se les conoce como los Cronocratores del cielo. Son responsables de los cambios de fondo que se producen a lo largo del tiempo.
Ambos, como todos los astros, evolucionan en ciclos sin fin, en un baile de encuentros y desencuentros que van marcando la melodía de los tiempos, el río de fondo, el paisaje. Hoy, en 2024, 4 años más tarde, forman un ángulo de 90º , una cuadratura creciente, como si estuvieran esquinados compartiendo mesa, se miran de reojo, su posición dificulta la comunicación: no están juntos compartiendo su latir, no están enfrente valorándose en espejo, están esquinados, posición que impide ver la mitad del otro y facilita la desconfianza.
Júpiter está acompañado del bruto de Marte, el guerrero que activa la acción e interpela el movimiento: siempre rápido, siempre hacia el frente. Ambos en Géminis, un signo de aire que expone y comunica lo que piensa, sin complejos. Y quiere saberlo todo y más. Y quiere explorar nuevas vías, aún a riesgo de equivocarse. Sobra energía, se dispone de una conciencia de apertura, modernidad y actualización que se vive como un imperativo.
(Mercurio, nuestro agente de prensa, está en cuadratura a Urano, el disruptor, actualizador de tecnología, el rayo de las sorpresas, así que cuidado con el verbo, que nos puede salir un exabruto a la mínima de cambio :-))
Saturno está en Piscis, signo de agua que nos habla de la disolución, la fusión con el otro y el universo, la sensación de que todo nos pertenece porque pertenecemos. Saturno no está cómodo en Piscis. Saturno quiere certezas y estructura y en Piscis, trata desesperadamente de construir sobre aguas movedizas.
Tanta incomodidad obliga a Saturno a rigidizarse más, a aumentar la amenaza, sentimos el miedo a lo desconocido y tratamos de volver a la zona conocida, segura, estable, estructurada y confortable.
Saturno no soporta la incertidumbre, no le gusta jugar; el sentido del humor es una pérdida de tiempo que nos va a llevar a fracaso; producir es su forma de ser y estar.
A modo de ejemplo, esta polaridad se puede expresar en la conducta de dos amigos (si es que la polarización extrema sostiene la amistad, claro!) estos pretenden subir una montaña. Júpiter viene a ser aquel que está emocionado y sube saltando y cantando, confía plenamente en el momento, observa la fauna y la flora, maravillado. Está convencido de que la experiencia le va a traer grandes aprendizajes, vive el camino como una aventura, apasionante.
Su compañero Saturno lleva la mochila llena de «por si acasos», ha estudiado la meteo, no ha olvidado fármacos, comida, cargar el móbil, sus documentos y el mapa de ruta.
A medio camino Júpiter se ha quedado sin energía, la ha derrochado en los primeros kilómetros. Le sobran argumentos para abandonar y todos son expansivos: sólo ve ventajas en la ducha o la cerveza que le esperan al retornar al punto de partida.
Saturno tampoco puede continuar, su discurso interno se basa en la prevención y el miedo a perderse, quedarse sin cobertura y la desconfianza en la información meteorológica. Las nubes de evolución le parecen una amenaza insoportable.
También le sobran argumentos para abandonar: – por supuesto que es más razonable desistir, en aras a la prudencia y al sentido común!
Durante los últimos 200 años, ambos planetas han estado haciendo conjunciones en signos de tierra. La tierra es predominantemente Saturnina.
200 años de paisaje saturnino han mostrado la importancia de tener, ocupar un espacio en la vida y construir. El ladrillo como valor máximo de inversión y estatus, que responde a la idea de contención, límite, estructura, base de seguridad, etc.
En Diciembre de 2020 la conjunción Júpiter Saturno se dio en Acuario, inaugurando 200 años de conjunciones, esta vez en signos de aire.
El aire nos cubre a todos, es difícilmente abarcable y controlable. En el aire viven los pájaros libres y también los de la cabeza. No hay límite para la creatividad y las ideas!
En el aire se «airean» las cosas, así que importa lo transparente, colectivo, el pensamiento, la comunicación en red, la inteligencia artificial y la información. Igual hasta nos damos cuenta de que el rey va desnudo…
Júpiter, el maestro, está en Géminis compartiendo alegre con sus alumnos. Grandes ideas y proyectos, miradas largas, imágenes y sueños.
Saturno aboga por construir nuevas ilusiones, los castillos se levantan en el aire de las redes.
El poder ya no está en controlar territorios sino ideas, maneras de pensar y crear realidad.
El aire viene a ser hoy un camino hacia lo desconocido, como lo fué el motor de explosión o la imprenta.
Y muchos «júpiteres» se aventurarán y abrirán caminos y venderán humos, y fracasarán y aprenderán y volverán a empezar.
Y muchos «saturnos» se aferrarán al pasado y usarán el miedo para tratar de contener, dentro de los límites, la estabilidad que temen perder.
La tierra se puede contaminar y diluir. El aire además, se dispersa con facilidad.
Y tu? Como subes las montañas?
Gracias Núria, me ha encantado tu texto. Muy claro y además has sabido poner un ejemplo que no deja lugar a las dudas. Haces que la astrología, que a mi siempre me ha parecido muy complicada, sea comprensible y aplicable a la vida.